viernes, 29 de enero de 2016

Pintura Renacentista

La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre el arte de la Edad Media y el barroco.

Como todo el arte del Renacimiento, la pintura de esta época está relacionada con la idea de volver a la antigüedad clásica, el impacto que tuvo el humanismo sobre artistas y sus patronos, gracias a la adquisición de nuevas sensibilidades y técnicas artísticas.


Se considera a Italia la cuna de la pintura renacentista al confluir allí las nuevas técnicas (como el descubrimiento de la perspectiva) con una nueva ideología humanista. Allí se conservaban a la vista los monumentos de la Antigüedad a la que se quería hacer renacer, buscando modelos de armonía y belleza.

Se fue perfeccionando a lo largo del siglo XV en las ciudades estado italianas, comenzando por Florencia, bajo el mecenazgo de los Médici. El papel de defensores de las artes que rivalizaban entre sí por dar más brillo a sus estados, fue desempeñado por los Montefeltro en Urbino, los Sforza y los Visconti en Milán, los Gonzaga en Mantua y los Este en Ferrara. En Roma fueron los papas quienes llamaron a los distintos artistas de la época para trabajar en los palacios papales.

En un primer momento, en el quattrocento (siglo XV) se investigaron distintos aspectos técnicos. Así, Piero della Francesca estudió la luz. Masaccio destacó por la figura humana. En Fray Angélico adquieren importancia el color y una cierta sensibilidad, si bien su temática sigue siendo religiosa, con composiciones que enlazan directamente con los modelos medievales precedentes. La perspectiva y la composición son el punto de atención de Mantegna y Paolo Ucello.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pintura_renacentista

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